domingo, 31 de octubre de 2010

6º día: Mae Hong Son/Chiang Mai

Nuevo día en Mae Hong Son. Nos levantamos sobresaltados porque llegamos una hora tarde a la excursión: hemos quedado a las 9 y ya son las 10! Nos hemos quedado dormidos porque no nos ha sonado el despertador!! Horror!! A esta hora ya se habrá cansado de esperar el guía.

Xisco se cambia rápido y se dirige a la Recepción para ver si el guía está por casualidad todavía por allí. Y, allí estaba: leyendo el periódico tranquilamente mientras nos espera. Le explica por señas que nos hemos quedado dormidos y él contesta: “no problem, it’s ok”. Así que hacemos la maleta rápido y cuando hacemos el check-out, nos pide que desayunemos, que el buffet cerraba a las 10 hrs pero que lo ha arreglado para que nos esperen y podamos desayunar tranquilos. Estupendo!!

Con energías pero dormidos todavía, emprendemos la marcha hacia “The fish cave”, una cueva natural en lo alto de una montaña donde nace el río, y donde hay unos peces de 50 cm de largo por 20 cm de ancho. Enormes!! Antes de llegar a la cueva, paseamos por un camino de piedras rodeado de un jardín lleno de vegetación muy bien cuidado, donde hay cabañas de teca que venden comida para los pescados (rodajas de plátano, mango, pipas, bolas de comida para perro). Cuando le echamos la comida devoran en pocos segundos, entonces es cuando entendemos por qué están así de grandes…

Seguimos la ruta hacia unas cascadas naturales en un Parque Nacional. Para llegar hasta allí hay que cruzar cuarenta minutos de camino subiendo y bajando montañas con un desnivel impresionante. En primera marcha todo el camino y a tropecientas revoluciones…¿quemará el embrague y tendremos que empujar por esas cuestecitas la furgoneta???

Una vez llegados a las cascadas, nos deja tiempo suficiente para dar un paseo, hacer fotos, etc. Las cascadas se encuentran dentro de un bosque de bambú, todo muy zen…
Precioso paisaje, lástima que el bañador se haya quedado en la maleta que dejamos en el Hotel de Chiang Mai.

Continuamos la excursión hacia un poblado chino llamado Rak Thai (Mae Aw en tailandés). Es un pequeño pueblo situado en un valle con un precioso e idílico lago, que se encuentra a 3 km de la frontera con Myanmar. Los habitantes son de origen chino y se han establecido en Tailandia. Todas las construcciones son puramente chinas, la decoración, la vestimenta, las plantaciones de té.

El poblado vive de la agricultura, la ganadería y sobre todo las plantaciones de té chino. A cada paso hay una tienda con sus mesas alrededor del lago donde se degusta el té sin coste alguno para el turista. Luego está en tu mano comprar té a buen precio o no. Son muy serviciales y el lugar es muy pintoresco.

Después de tomar un té de ginseng para ver si nos despertamos y nos da energía, volvemos a Mae Hong Son, (nos hemos librado de empujar la furgoneta). Paramos en un Restaurante típico construido en teka, con una impresionante comida tailandesa.

Unos noodles con pollo y arroz frito con ternera más tarde, emprendemos la marcha hacia el Aeropuerto de regreso a Chiang Mai.

Llegamos, nos registramos en el Hotel y salimos a dar una vuelta por el Sunset Market. Un mercado muy grande y enfocado para los locales, aunque los turistas son muy bien recibidos. Puedes encontrar todo tipo de souvenirs, camisetas, decoración para el hogar, chucherías que imitan una especie de gusanos gelatinosos, sushi, bisutería, ropa de las tribus de por aquí, etc, etc (todo lo que quieras encontrar). Todo está limpísimo, sin malos olores y la gente es de lo más agradable y educada por aquí.

Cansados de caminar nos hemos parado en un puesto de masaje improvisado en la calle. Colocan asientos de piel en hileras bajo un toldo de lona y cada asiento de piel tiene su masajista, que te ofrece un relajante tratamiento thai por 2,50€ la hora.

Un poco más descansados y para rematar el día que llevamos, cenamos en el “Antique House”, un restaurante muy famoso por aquí donde se come en el jardín de una casa típica tailandesa hecha en teka, con música en vivo. Una fondue de pollo con salsas de soja roja, salsa picante y un Pad Pae (pollo troceado con verduras y salsa muy picante), verduras, arroz, entrantes y cócteles por tan solo 15€.

Ya de vuelta al Hotel, saludamos al recepcionista, que nos devuelve el saludo con las manos juntas y en reverencia, a lo que nosotros agachamos de nuevo la cabeza. Vemos que nos vuelve a saludar, oooootra vez agachamos la cabeza y..vuelta a empezar!. Caemos en la cuenta de que son los tailandeses los que por ética y costumbre deben ser los últimos.

Pedimos la ropa que dejamos a la salida de ayer en la Lavandería. Todavía no la han encontrado: ¡con la poca ropa que traemos, y encima nos la pierden…!”. Suponemos que mañana aparecerá por arte de magia…

Mañana más, pero no podemos adelantar nada porque iremos improvisando sobre la marcha.

Ciao!

sábado, 30 de octubre de 2010

5º día: Mae Hong Son

Llegamos al aeropuerto de Chiang Mai y cogemos el vuelo que nos llevará a Mae Hong Son.  El avión es pequeño, sólo vamos 20 pasajeros a bordo, pero hay muchas plazas libres, cosa que nos extraña porque las “Mujeres Jirafa” son mundialmente conocidas.

Por la ventana del avión comienza a divisarse una única pista de aterrizaje situada en un valle rodeado de grandes montañas y vegetación.

Hemos aterrizado. Buscamos un taxi y vemos a un hombre con una pizarrita con el nombre de nuestro Hotel: “Imperial Tara Mae Hong Son”. Nos han venido a buscar, todo un detalle por su parte.

El Hotel se encuentra en un hermoso paraje rodeado de naturaleza por donde pasa un río. La construcción es de teka, y el estilo de las habitaciones es tailandés. Una vez nos hemos acomodado, decidimos preguntar en Recepción cómo llegar al poblado de las mujeres jirafa, pero antes damos con un mostrador de información donde tienen excursiones a medida.

Como realmente en Mae Hong Son tenemos el tiempo contado (sólo estamos 1 día), nos parece buena idea coger algo organizado.

En una hora comenzamos el tour privado, que nos ha costado por persona 49€ para los dos días (tarde del sábado y mañana del domingo).

Comenzamos con una visita de la ciudad de Mae Hong Son. Una ciudad pequeña con casas de teka muy bonitas y al parecer muy poco turística. Los comercios al no ser turísticos tienen sus costumbres y productos a muy buen precio. Te piden que te descalces al entrar en las tiendas.

Después de una hora dando vueltas por la ciudad, la van nos lleva al río Pae, donde cogemos una embarcación típica. Ésta nos lleva al campamento de Elefantes (aunque sólo nos espera uno). Nos subimos en una plataforma de teka para poder subir a lomos del elefante (en una silla).

El cuidador guía con una cuerda cogida a la oreja al elefante. Por un segundo nos preguntamos si la cuerdecita haría algo en el caso de que al animal le dé por correr o por tirarse al río…

Nos adentramos por senderos llenos de barro y agua, y el elefante no para de comer y tirarnos agua con la trompa (qué graciosillo! ¿a esto también le enseñan sus cuidadores en el campamento…?).

A medida que avanzamos, la vegetación se espesa y el sendero se hace más pequeño, de forma que no cabe casi ni el elefante. Tenemos que ir apartando las hojas, ramas, y telas de araña (con arañas incluidas) de más de 30 cm. Mariposas enormes de todos los colores, libélulas a cientos, insectos que no habíamos visto en nuestra vida se van cruzando por el camino. Durante el recorrido también vemos las casas típicas de las aldeas, que están levantas y suspendidas del suelo: parece mentira que puedan vivir en medio de la jungla sin luz ni agua potable, pero sin embargo tienen otro tipo de comodidades. Si los ves fuera de su entorno, no piensas que vivan en la jungla, ya que visten de marca, tienen desbrozadoras y conducen motos de último modelo.
El guía parecía Mougli, el del libro de la Selva. ¿Pues no se le ocurre con un tirachinas de madera pegarle un pedrazo a un pájaro que estaba a 15 metros de altura? Y encima hace blanco…

Al final de una hora de paseo y con el culo bien fino de tanto balanceo del ir y venir del elefante, nos espera nuestro guía.

Continuamos la excursión con la visita de La Tribu de las “Long Neck”. También se las llama Karen o mujeres jirafa. Nos cuenta el guía que son refugiadas desde hace más de 12 años en Tailandia, debido a la situación política con su país originario, Myanmar (Burma). Como no son políticamente legales en Tailandia, no pueden trabajar, así que se dedican a la confección de tejidos y todo tipo de souvenirs que luego venden al turista en el mismo poblado. Ellas son las vendedoras de cada puestecito. Antiguamente se dedicaban a la ganadería y agricultura, cosa que los maridos todavía hacen, y a los cuales no se les ve en el poblado.

A partir de los 5 años, es cuando colocan a las niñas los aros alrededor del cuello y rodillas, y estos no podrán quitarse nunca en la vida.

Entramos en el poblado y está todo lleno de souvenirs, parece un mercadillo más que un poblado. Realmente es interesante, o mejor dicho curioso, verlas con los aros alrededor del cuello. También existen las “long ear”, que llevan anillos de extensión dentro del lóbulo de las orejas. Comienzan también desde pequeñas y cada año colocan uno más grande. Aunque los anillos no pesan nada.

A cada paso o cada puesto, ves a una niña o mujer diferente que te “deja” hacer la foto y posa como una modelo a cambio de que le compres algo. Realmente no te obligan, pero muy sutilmente, te piden que “mires, compres y les hagas una foto”. Siempre con una sonrisa. Así que hemos acabado comprando pañuelos, puntos de libro, imanes… todo a un precio muy asequible, la verdad, aunque no se te plantea ni tienes ganas de regateo, porque ves como están haciendo durante todo un día un pañuelo, que luego venden a 100 bath (2,20€).

Terminamos la excursión visitando el Templo Prathat Doi Kong Moo, situado en lo alto de una colina desde donde se divisa una bonita panorámica de Mae Hong Son.

Ya de vuelta al Hotel, a descansar y celebrar el cumpleaños de Auxi, que ya son 30 primaveras. Así que ahora cenaremos algo bueno y a descansar que mañana nos espera un ajetreado día de visitas en Mae Hong Son y compras en el “Sunset Market” de Chiang Mai a la vuelta.

viernes, 29 de octubre de 2010

4º día: Llegada a Chiang Mai

Llegamos al tren que nos llevará a Chiang Mai dos horas antes de su salida. Nos da tiempo a tomar algo en una cafetería de la estación y antes de que nos demos cuenta, ya están haciendo la llamada para que embarquemos.

Con maletas en mano, buscamos el coche, y ante la duda preguntamos al revisor (un tipejo un tanto rancio). Le preguntamos si hay disponibles sitios en Primera, y nos contesta que no hay vagones de primera en todo el tren.

Entramos y para nuestro asombro resulta que no hay cabinas de cuatro literas, sino que todo el vagón al completo está lleno de literas, 24 personas respirando a fauna humana, y lo que no es humana…

A las 22 hrs ya estaba la gente roncando y el tren sin salir porque no se ponía en marcha hasta las 24 hrs. Espera que te espera, mientras comentamos la jugada, nos reímos de algunos individuos, algunos yetis con olor a pies y algún tailandés que se peleaba con la puerta automática de entrada al vagón. En eso que vemos corretear un animalito de 2 cm, color rojizo…Auxi pregunta: “¿eso qué es?, Xisco responde: “un pura sangre francés!pues que va a ser!una Cucaracha!!”.

Lo bueno hubiera sido que sólo viéramos una, pero de ahí en lo sucesivo, matamos como unas cinco o seis…así que “El Tren de la Muerte” no, lo siguiente….

Cuando casi logramos conciliar el sueño, comienza un traqueteo parecido al Dragon Khan del Port Aventura. “¡Madre mía que acojone el movimiento del trenecito!”, ya veíamos que no pegaríamos ojo en las supuestas 12 horas de trayecto.

Intentábamos hacer más ameno el trayecto “puteando” al revisor…jajaja! Qué bueno! Le escondíamos las almohadas de camas vacías, ocupábamos otras literas diferentes a las nuestras, etc. Hasta que nos riñó diciendo: “one pilow only” (sólo una almohada!). Si ya tenía cara de rancio, ahora parecía que se había comido dos limones…en algo había que pasar el rato, total, si nos llegan a echar, nos hubieran hecho un favor.

Las supuestas 12 horas, se convirtieron en 18 horas de tren más 1 hora de Autobús!!! Nos hicieron bajar en Lampang para ahorrarnos una hora de tren más…es que, estos tailandeses…

Cuando nos bajamos del tren, vemos que sólo nuestro vagón estaba un “poco” en condiciones, el resto era con asientos de madera rígidos, con ventanas sin cristales y el resto os lo podéis imaginar. La gente salía de allí sudando como pollos…y nos creíamos desafortunados por ir en nuestro vagón…

Llegamos a Chiang Mai contentos, al parecer todo es más limpio que en la capital, la gente más amable y los tuk tuk y taxis son normales.

Entramos en el Hotel Chiang Mai Plaza. Esto nos comienza a gustar cada vez más. Un Hall impresionante, un personal exquisito y una habitación en la 10ª planta con unas vistas sobre la ciudad de lo más peculiar.

A todo esto, se nos ha ido el día en el tren, los templos ya han cerrado y no hay mucho más que hacer sobre las 19 hrs, tan sólo visitar el mercado nocturno (Night Market).

Salimos en busca de un buen Restaurante donde desquitarnos de lo amargo del tren. Que ni nos han dado comida, pero fuimos precavidos comprando en el 7Eleven cositas por si acaso…

Encontramos un Restaurante llamado Deck, justo al lado del Riverside, ambos tienen fama en la ciudad por su buena comida y las vistas sobre el río.

El Restaurante es precioso, moderno, música chill out en vivo, la carta no demasiado cara, y la comida estilo fusión thai con otras cocinas. Por 34€ nos ponemos hasta las cejas de buena comida y bebida. Con cócteles Cosmopolitan incluidos. El personal súper atento, servicial, simpático.

Nos estamos llevando una muy buena impresión sobre esta ciudad con lo poco que llevamos. Las calles están limpias y relucientes, los pocos locales a los que hemos entrado, pulcros que se puede comer en el suelo, no hay olores a pescado rancio como en algunas calles de Bangkok, los puestos de comida rápida ya tienen otro aspecto, te puedes atrever incluso a la aventura de comer algo.

Visiteo por el mercado después de cenar, y vamos tanteando cosas que nos llaman la atención: camisetas custo, pulseras Pandora, pañuelos de seda, pendientes y pulseras, etc.

Hasta aquí, lo poco que nos ha ocurrido en nuestro cuarto día.

Mañana cogemos un avión con la Thai para ir a Mae Hong Son, donde nos espera la visita del poblado de las “long neck” o Mujeres Jirafa. Dormiremos allí en la ciudad y al día siguiente vuelta a Chiang Mai, que ya estamos deseando descubrir sus templos, su Parque Nacional, etc.

Mañana más!!

jueves, 28 de octubre de 2010

3r día en Bangkok

Hoy toca Palacio Real y el Templo del Buda Reclinado (Wat Poh).

Salimos a la calle y decidimos no coger tuk tuk, a pie que así hacemos un poco de ejercicio...pero con el sol y la humedad y la polución, se hace un poco insoportable.
Entramos en el 7Eleven, si no fuera por él,estaríamos ya en el esqueleto...porque en los puestecitos, hay que atreverse a comer y ser un valiente. Intentamos coger marcas conocidas y envasadas para evitar pormenores de estómago...

De camino al Palacio Real y desayunando por el camino nuestro bollo y la leche de Nestle, a Xisco le para un "profesor de Universidad" muy atento (eso de profesor supongo que se lo ha sacado de la manga, porque mucha pinta no tenía...).
Le dice a Xisco que el "Gran Palace is closed", como a los thai no es que se les entienda mucho el ingles, intentamos durante un rato entenderle, hasta que nos damos cuenta de que está explicando que hoy está cerrado hasta las 14.30 hrs, que la Princesa está rezando dentro, y que los turistas no pueden entrar hasta que no se vaya. Que hoy es un día muy festivo en la capital, y que por la noche hay fuegos artificiales, boxeo, conciertos, etc alrededor del Gran Palacio (a lo que suponemos ésta segunda parte es cierta, porque hay mucho control y están vallando la parte central de la ciudad).
Total, que después de meternos un rollo, nos dice si tenemos un plano, que nos va a enseñar otros atractivos turísticos de la ciudad. Nos señala en el mapa 4 templos alternativos (ya empezamos a soñar con los budas), y nos explica que hay varios tipos de tuk tuk, los oficiales y los privados. Los de color azul y verde son los buenos y los que tenemos que intentar coger para que no nos pase lo de ayer.
Se acerca un tuk tuk de los azules, y el hombre muy amablemente lo para, le regatea él mismo el precio, y le enseña el plano con los sitios a los que nos tiene que llevar. El thai accede, nos montamos y nos lleva al primer sitio.
Parece que hemos dado en el clavo, no corre, es amable, formal...buen guía...
Después de la primera visita, se para en seco, aparca, se gira y nos dice que nos va a llevar a un centro de información, es decir una Agencia de Viajes.
Todo cabreados, le decimos que NO, rotundo, que cuánto quiere por la gasolina, que le pagamos, pero que no queremos estar perdiendo el tiempo con sus tonterías de cupones e historias.
Así que mosqueado nos lleva a la segunda visita. Damos un paseo, echamos fotos, miramos el templo y cuando salimos de allí y buscamos el tuk tuk.....
¿¿¿¿Dónde coño se ha metido el chino???? Pues sí!!! Que nos ha dejado tirados el muy sin vergüenza! Se ha ido hasta sin cobrar!!!Nos quedamos alucinando...pero como hay taxis, cogemos uno, e intenta clavarnos 100 bath, le decimos que 40 bath y se niega, hasta que le convencemos de que ponga el Taxímetro, que es lo que tienen que hacer todos y a lo que nos tenemos que acostumbrar a pedir. Acepta. Nos montamos y en la conversación sale el tema del tuk tuk.
Nos explica que los conductores se ganan un 20% de las ventas que hacen en los sitios donde paran, a parte de la gasolina. Vaya una mafia!!!
Llegamos al Palacio Real: por fin!!! todo indicaba que nos íbamos a ir sin conocerlo. El taxi cuesta 60 bath.
¿Qué la Princesa estaba rezando? Mentira todo!! Qué película que nos ha montado el "profesorcito", como no sea "profesor de teatro", vaya, vaya...nos la han metido doblada. Es que no te puedes fiar de nada ni de nadie.

Lo bueno, es que nosotros lo contamos, pero esto le pasa a casi todos los turistas que vienen por primera vez según hemos observado. Lo único que habrá muchos a los que le vaya bien que los lleven a visitar tiendecitas, fábricas y toda esa historia.. pero no es nuestro cometido en este viaje.

Ya en el Palcio, nos quedamos asombrados con la arquitectura y lo ostentoso de los templos y residencias que alberga. El Buda Esmeralda es peculiar, y lo es más la devoción que le tienen los locales y los creyentes, las ofrendas que les ponen, las plegarias que les hacen, etc.

Después de estar como hora y media en el Palacio Real, nos vamos al Templo del Buda Reclinado (Wat Poh).
Impresionante, quizás es el que más nos ha gustado de todos por el momento.

En el mismo recinto, se encuentra la "Escuela de Majsaje Thai". Y después del estrés de la mañana, entramos para probar por primera vez un masaje thai, por 9€ la hora (aquí no hay regateo posible porque es bastante oficial).

Nos ponen en una especie de tatamis, nos hacen cambiar los pantalones por unos que nos dan allí mismo y empezamos la sesión. Diez morados más tarde, salimos relajaditos de allí. La próxima vez probaremos el masaje de aceite o el de hierbas, que también hacían muy buena pinta.

De vuelta al Hotel, por hoy se han acabado las visitas. Vamos a descansar un rato y planificar algunas partes del viaje que todavía tenemos pendientes.

Ahora hemos cambiado el chip, menos ir de mochileros...vamos a buscar hoteles de lujo, donde podamos fiarnos de las excursiones y no tener tantos quebraderos de cabeza con los locales que intentan metértela doblada si te descuidas...

Mañana ya os contaremos nuestra experiencia en el tren. Imaginamos que será un estilo al "tren de la muerte" de Rusia, o por lo menos, parecido.

miércoles, 27 de octubre de 2010

2º día: Bangkok

Hoy toca la ruta de los templos: Palacio Real, Wat Poh, Wat Arun.

Antes de dirigirnos al visiteo, hemos entrado en una Agencia de Viajes de Kao San Road. Hay Agencias a cada dos pasos. Necesitamos arreglar el transporte que nos llevará a Chiang Mai mañana por la noche. Nuestra primera opción es viajar en tren en vagón de primera clase y nos planteamos parar en Ayutthaya (la antigua capital del reino de Siam) y Lopburi (la ciudad de los monos). Cuando preguntamos en la Agencia nos explican que por el monzón estas dos ciudades están con inundaciones y no es conveniente parar. Así que descartamos la idea y nos centramos en Chiang Mai.
Primera clase llena. Así que cogemos segunda, con aire acondicionado, pero en literas compartiendo con otras dos personas más en el compartimento. Ya veremos...Sacamos los billetes, regateando un poco, ya que en las Agencias de Viaje también se regatea el precio. Son 14 horas de viaje en tren de noche por 43€ los dos.
Salimos de la Agencia de Viajes con dirección al Gran Palacio Real, pero con la calor que hace y que no andamos muy finos con eso del jet lag, decidimos coger un tuk tuk. El chico nos dice que con pantalones cortos no se puede entrar, así que nos cambia la ruta y nos ofrece otros tres templos gratis a los que se puede entrar con la vestimenta que llevamos. Regateamos el precio, y conseguimos que por 0,72€ esté toda la mañana con nosotros de visiteo....demasiado barato...y lo barato sale caro.

Primero visitamos el Wat Intharawihan, que tiene el Buda Gigante de 32 metros de altura. No es de los más turísticos pero merece la pena visitarlo.



Después nos lleva a otro templo, del que ni nos acordamos del nombre, es como una pequeña réplica del Buda de Oro, y...sorpresa! ahora viene lo barato del precio: nos lleva a una agencia de viajes para que le pidamos información de islas u otros destinos en Tailandia. Nos quedamos dudando, pero como tenemos algunos flecos de nuestro viaje en el aire, nos parece buena idea para mirar precios y ver cuánto podemos gastar a lo largo de las tres semanas.
Nos vamos sin comprar nada y nos lleva al templo de mármol.  Cansados de quitarnos y ponernos tanto los zapatos le decimos que nos lleve de vuelta al Hotel para comprobar si hemos recibido la maleta.
Sorpresa!! Otra parada por el camino en una fábrica de joyas preciosas. Le decimos que no compraremos nada que puede llevarnos de vuelta al Hotel. Pero con una sonrisa de oreja a oreja (como no), nos pide que entremos y "look look, no shop" (mirar y mirar, no comprar), todo por su cupón de gasolina gratis. Total, que nos "convence" para que entremos y la visita resulta ser interesante. A la entrada vemos alrededor de 30 personas tallando y puliendo las piedras preciosas que posteriormente venden en la galería. Hay zafiros, gemas, rubíes, onix, etc...todo a muy buen precio, pero Xisco me dice que como estamos ya casados, que no hay anillo, ni pulsera ni na de na....así que salimos de la tienda y nuestro transportista con la sonrisa, nos dice que seguimos con el viaje.
Otra parada más! Y no es en el Hotel...Una tienda de trajes a medida, qué sorpresa! Ya cabreados, le decimos que de eso nada, que nos lleve directos al Hotel, que no más paradas, no más compras, ni más cupones de gasolina. Así que se le quita la sonrisa de golpe y nos lleva al Hotel.
En el Hotel nos comentan que la maleta no ha llegado, pero que han llamado de la Swiss para decirnos que esta tarde la tendríamos seguro.
Nos damos una vuelta por Kao San Road y comemos unos noodles (fideos con huevo) y pollo muy ricos de un tenderete de los miles que inundan las calles. Los thailandeses están acostumbrados a comer de pie mientras caminan. Así que nos mimetizamos en el ambiente y hacemos lo propio. Contentos porque nos cuesta tan sólo 1,50€ los dos platos, nos vamos a coger un taxi porque parecen más formales que los tuk tuk.
La idea es ir al muelle Taksin para coger un barco privado que nos lleve a dar un paseo de dos horas por el río Chao Phraya. Muy simpático (como todos), con una sonrisa nos pregunta: ¿vuelta en barco?sí,sí, dos horas, río, bonito...
Llegamos a un muelle que no tiene pinta de ser turístico para nada, y el taxista muy listo, para el coche, sale antes que nosotros y les dice algo a los del muelle. No pensamos que ese sea el muelle Taksin, porque no hay gente, y según nos habíamos informado, es un muelle donde hay tours privados, en grupos, para la gente local, etc. Nos dice que el tour cuesta 3.000 bath, lo que son unos 72€ cada uno, ¿¿¿¿quéeeee???? somos turistas, pero no tontos!! le decimos que no, que ese precio es muy caro, y encima por una hora. Nos insisten, nos bajan el precio a 1.000 bath pero ya no nos fiamos. Pagamos al taxista, y buscamos el muelle Taksin a pie, porque estamos seguros que ese no era.
Lo encontramos, estaba a solo una manzana. El muy listo del taxista se quería hacer el octubre con nosotros. Pero después de tan sólo un día, ya nos hemos percatado de cómo está el asunto de los regateos, las comisiones y lo agudos que son todos por estas tierras...
Este ya nos cuadra más en el precio. Regateamos un poco y nos sale por 1200 bath los dos, una excursión privada de dos horas. Nos cuesta un poco más porque le pedimos que nos lleve por canales menos turísticos y más locales, donde se vea el Bangkok profundo.
Nos montamos en el bote, y va anocheciendo (son escasas las 17 hrs). Así que la excursión toma un caliz más interesante, porque vemos la panorámica del Palacio Real y la ciudad con sus luces encendidas.
Hacemos una parada en el Wat Arun, precioso iluminado. Lástima que acaban de cerrar y no se puede acceder dentro.
Continuamos por un canal oscuro y se va adentrando en parte del recorrido que más nos interesaba. Llegamos a una esclusa, y entendemos por qué en los últimos días han sucedido tantas muertes por inundaciones en Bangkok. Realmente las casas están construidas por debajo del río Chao Phraya, así que con una crecida de medio metro escaso, las casas se inundan y suceden tantas catástrofes.
Ha sido buena idea hacer esta excursión al anochecer, ya que las pocas casas que tienen luz, dejan ver el interior de las viviendas y vemos la forma de vida que tienen los locales: gente durmiendo en el suelo de las casas, comiendo en muelles donde desembocan las cloacas, etc, etc. La limpieza brilla por su ausencia, solo pensar que cogen ese agua para cocinar los fideos que nos hemos comido al mediodía....en fin! De momento nuestro estómago aguanta.
Luego está la parte positiva de la excursión, con menos también se vive. Interesante...
Acabada la excursión, ya es de noche. Ideal para visitar un mercado nocturno.
Cogemos el sky train (tren elevado), y bajamos en Sala Daeng, donde se encuentra el mercado de Pat Pong.
Nada recomendable para venir con niños, ya que los transexuales y las prostitutas inundan las aceras invitando a entrar en los locales. Les importa tres pares de c..... que el hombre vaya acompañado de su mujer, se lo proponen muy sutilmente. Eso sí, son muy respetuosos con los turistas y nada insistentes.
Más acostumbrados al regateo, nos hacemos por un buen precio con un Tag Heuer y más camisetas. Decidimos dejar el resto de posibles compras para el final del viaje.
Cogemos un tuk tuk,, previa negociación de "no stop" en ningún sitio, "no shop". Así que si ayer era Fernado Alonso el que nos llevaba en tuk tuk, hoy era Schumacher...
Por fin!! Nuestra maleta ha llegado sana y salva. Ha sido soportable eso de perder la maleta un día.
Nos pegamos una duchita para quitarnos la polución y el sudor de un día intenso y bajamos de nuevo a Kao San Road para cenar algo y pegarnos el lujo de un masaje de pies.
¡Cómo se ha transformado la calle por la noche!Parece otra: ahora los puestos de comida no abundan demasiado porque han dado paso a los puestos de cuba litro, bebidas, vestidos, etc. Por algo es famosa la calle como zona de marcha.
Nos damos un masaje de media hora en los pies que nos cuesta 100 bath (unos 2,40€). Relajaditos y como nuevos nos vamos a descansar, porque mañana con la historia de los Templos que nos faltan por visitar y el tren hacia Chiang Mai, seguro que será un día todavía más intenso si cabe que hoy.
Mañana casi seguro que no tendréis noticias nuestras, no creo que en Segunda Clase haya Wi-Fi ....jiji!!
Besos!!

martes, 26 de octubre de 2010

1r día en Tailandia - Bangkok

Por fin hemos llegado a Bangkok, después de 12 horas de vuelo con la Swiss (que de "Swiss" tiene lo que nosotros de Tailandeses...ni una triste chocolatina nos han dado...). Dos comidas, una a la hora de estar en el avión y una antes de salir del avión. 10 horas en ayunas...suponemos que es para que vayamos aclimatándonos a esto de pasar hambre...

Pues sí, ya hemos llegado al país de la sonrisas (así le llaman, aunque de momento no hemos visto la amabilidad de la que hacen tanta gala!, suponemos que es pronto para hacer juicio de valores).

Hemos empezado bien, sin maletas, pero bien. Eso es que los budas de aquí nos han castigado por pensar tanto (¿qué nos llevamos?¿y si nos llevamos lo justo para pasar un día y ya vamos comprando?, etc, etc).

Hemos estado esperando la maleta 20 minutos, una detrás de otra..y cuando hemos leído "last bag" en el monitor...Xisco dice "esto me da mala espina..., para mí que se la han dejado en Mallorca". Nada más lejos de la realidad, jajaja! Se nos acerca un thailandés (¡fíjate que este sí que tenía una sonrisa de oreja a oreja!) y nos dice: "Are you from Mallorca?, a lo que se nos queda cara de sobrasada o de ensaimada...porque ha dado en el clavo el thailandés...."pues sí, somos de Mallorca y no tenemos nuestra maleta". El thai sigue con la sonrisa: "vuestra maleta se ha quedado en Mallorca", a lo que pensamos los dos: "pues allí se puede quedar...". Eso sí, con dos maletitas que nos dan como compensación (vacías claro está), nos vamos en taxi al centro de la ciudad.
Tras una hora de taxi (10 euros incluidos 2 peajes), llegamos al Hotel Villa Cha Cha. El nombre es gracioso, pero es muy céntrico. Está en medio de Khao San Road, y las instalaciones están bien. Limpio y céntrico, ¿qué más se puede pedir?.
Así que dejamos las dos maletitas vacías en la habitación y decidimos hacer una paradita en el Centro Comercial MBK. Ahora se nos plantea la primera aventura:: ¿cómo vamos? andando está muy lejos, la parada del sky train no la encontramos, el taxi descartado porque ya hemos pasado una hora dentro de uno...pues en "Tuk, tuk".
Qué bueno! A 120 km/h por lo menos que iba el hombre por el centro de la ciudad, derrapando con las dos ruedecitas en cada curva. Para los que no sepáis que es el tuk tuk, es un tipo de motocicleta con un carrito detrás para dos personas, muy llamativo de colores vivos. De repente se para en una tienda de trajes a medida (que no se parece nada al MBK), y nos dice que tenemos que estar mínimo 10 minutos sentados dentro viendo catálogos de trajes y vestidos, porque así le darán un cupón para gasolina y a nosotros nos saldrá más barato el viaje (unos 4€).
Pues después de tragarnos todas las revistas y libros de trajes que tienen, de intentar que le compremos 3 camisas hechas a medida por 60€ y un traje por 120€, nos levantamos y le decimos que todo es demasiado caro y que no nos interesa nada....jajaja!cara tonto que se le queda al vendedor! lo que no le podíamos decir es que es por la gasolina del tuk tuk....aunque maduraremos a lo largo del viaje en la idea de hacernos un traje o vestido de seda o cashmere a medida (al fin y al cabo, está bastante bien).

Llegamos al MBK. No entendemos nada. Como nadie nos ha explicado nada sobre este centro comercial, comenzamos a mirar precios en la tienda y a simpe vista no hay diferencia con España. Es como un Corte Inglés pero a lo grande, grande. Después de una hora, encontramos la puerta trasera y vemos puestos de moviles, camisetas, electrónica, etc...esto ya va cogiendo forma. Hemos encontrado lo que queríamos! Las tiendas de regateo! Así que hemos cargado bolsas de camisetas, pantalones, ropa interior, etc por 35€ (todo de copias buenas G-Star, Ralph Lauren, Ed Hardy, Diesel, Calvin Klein....
Aquí tunean los móviles!!! Súper curioso: entras en una tienda de joyas para móviles, escoges las que más te gustan, y una chica con una pistola de pega te las coloca al gusto! Es demasiado...

De vuelta al Hotel, en tuk tuk, que ya le hemos cogido el gustillo....hemos dado con el Fernando Alonso de Bangkok. Lo que antes hicimos en treinta minutos de recorrido, ahora no han llegado a diez ...suponemos que es por el tráfico, que de noche ya no hay tantos coches.

Cena en el Mc Donald's thailandés, dos menús completos por 4€ y pico. Eso sí...ketchup?? qué es ketchup?? tomate americano le llaman aquí.

Ya llegados al Hotel para darnos una buena ducha, comienza el diluvio universal. Hace una hora que llueve con relámpagos y truenos y no para, aunque nos tenemos que acostumbrar a ello todavía, por lo visto cada tarde-noche es así.

Mañana nos espera el Palacio Real, templos, la Casa de Jim Thompson, y ya veremos qué mercado toca. Y de paso....a ver si nos encontramos con Frank de la Jungla.

Besos a todos!!