Hoy toca la ruta de los templos: Palacio Real, Wat Poh, Wat Arun.
Antes de dirigirnos al visiteo, hemos entrado en una Agencia de Viajes de Kao San Road. Hay Agencias a cada dos pasos. Necesitamos arreglar el transporte que nos llevará a Chiang Mai mañana por la noche. Nuestra primera opción es viajar en tren en vagón de primera clase y nos planteamos parar en Ayutthaya (la antigua capital del reino de Siam) y Lopburi (la ciudad de los monos). Cuando preguntamos en la Agencia nos explican que por el monzón estas dos ciudades están con inundaciones y no es conveniente parar. Así que descartamos la idea y nos centramos en Chiang Mai.
Primera clase llena. Así que cogemos segunda, con aire acondicionado, pero en literas compartiendo con otras dos personas más en el compartimento. Ya veremos...Sacamos los billetes, regateando un poco, ya que en las Agencias de Viaje también se regatea el precio. Son 14 horas de viaje en tren de noche por 43€ los dos.
Salimos de la Agencia de Viajes con dirección al Gran Palacio Real, pero con la calor que hace y que no andamos muy finos con eso del jet lag, decidimos coger un tuk tuk. El chico nos dice que con pantalones cortos no se puede entrar, así que nos cambia la ruta y nos ofrece otros tres templos gratis a los que se puede entrar con la vestimenta que llevamos. Regateamos el precio, y conseguimos que por 0,72€ esté toda la mañana con nosotros de visiteo....demasiado barato...y lo barato sale caro.
Primero visitamos el Wat Intharawihan, que tiene el Buda Gigante de 32 metros de altura. No es de los más turísticos pero merece la pena visitarlo.
Después nos lleva a otro templo, del que ni nos acordamos del nombre, es como una pequeña réplica del Buda de Oro, y...sorpresa! ahora viene lo barato del precio: nos lleva a una agencia de viajes para que le pidamos información de islas u otros destinos en Tailandia. Nos quedamos dudando, pero como tenemos algunos flecos de nuestro viaje en el aire, nos parece buena idea para mirar precios y ver cuánto podemos gastar a lo largo de las tres semanas.
Nos vamos sin comprar nada y nos lleva al templo de mármol. Cansados de quitarnos y ponernos tanto los zapatos le decimos que nos lleve de vuelta al Hotel para comprobar si hemos recibido la maleta.
Sorpresa!! Otra parada por el camino en una fábrica de joyas preciosas. Le decimos que no compraremos nada que puede llevarnos de vuelta al Hotel. Pero con una sonrisa de oreja a oreja (como no), nos pide que entremos y "look look, no shop" (mirar y mirar, no comprar), todo por su cupón de gasolina gratis. Total, que nos "convence" para que entremos y la visita resulta ser interesante. A la entrada vemos alrededor de 30 personas tallando y puliendo las piedras preciosas que posteriormente venden en la galería. Hay zafiros, gemas, rubíes, onix, etc...todo a muy buen precio, pero Xisco me dice que como estamos ya casados, que no hay anillo, ni pulsera ni na de na....así que salimos de la tienda y nuestro transportista con la sonrisa, nos dice que seguimos con el viaje.
Otra parada más! Y no es en el Hotel...Una tienda de trajes a medida, qué sorpresa! Ya cabreados, le decimos que de eso nada, que nos lleve directos al Hotel, que no más paradas, no más compras, ni más cupones de gasolina. Así que se le quita la sonrisa de golpe y nos lleva al Hotel.
En el Hotel nos comentan que la maleta no ha llegado, pero que han llamado de la Swiss para decirnos que esta tarde la tendríamos seguro.
Nos damos una vuelta por Kao San Road y comemos unos noodles (fideos con huevo) y pollo muy ricos de un tenderete de los miles que inundan las calles. Los thailandeses están acostumbrados a comer de pie mientras caminan. Así que nos mimetizamos en el ambiente y hacemos lo propio. Contentos porque nos cuesta tan sólo 1,50€ los dos platos, nos vamos a coger un taxi porque parecen más formales que los tuk tuk.
La idea es ir al muelle Taksin para coger un barco privado que nos lleve a dar un paseo de dos horas por el río Chao Phraya. Muy simpático (como todos), con una sonrisa nos pregunta: ¿vuelta en barco?sí,sí, dos horas, río, bonito...
Llegamos a un muelle que no tiene pinta de ser turístico para nada, y el taxista muy listo, para el coche, sale antes que nosotros y les dice algo a los del muelle. No pensamos que ese sea el muelle Taksin, porque no hay gente, y según nos habíamos informado, es un muelle donde hay tours privados, en grupos, para la gente local, etc. Nos dice que el tour cuesta 3.000 bath, lo que son unos 72€ cada uno, ¿¿¿¿quéeeee???? somos turistas, pero no tontos!! le decimos que no, que ese precio es muy caro, y encima por una hora. Nos insisten, nos bajan el precio a 1.000 bath pero ya no nos fiamos. Pagamos al taxista, y buscamos el muelle Taksin a pie, porque estamos seguros que ese no era.
Lo encontramos, estaba a solo una manzana. El muy listo del taxista se quería hacer el octubre con nosotros. Pero después de tan sólo un día, ya nos hemos percatado de cómo está el asunto de los regateos, las comisiones y lo agudos que son todos por estas tierras...
Este ya nos cuadra más en el precio. Regateamos un poco y nos sale por 1200 bath los dos, una excursión privada de dos horas. Nos cuesta un poco más porque le pedimos que nos lleve por canales menos turísticos y más locales, donde se vea el Bangkok profundo.
Nos montamos en el bote, y va anocheciendo (son escasas las 17 hrs). Así que la excursión toma un caliz más interesante, porque vemos la panorámica del Palacio Real y la ciudad con sus luces encendidas.
Hacemos una parada en el Wat Arun, precioso iluminado. Lástima que acaban de cerrar y no se puede acceder dentro.
Continuamos por un canal oscuro y se va adentrando en parte del recorrido que más nos interesaba. Llegamos a una esclusa, y entendemos por qué en los últimos días han sucedido tantas muertes por inundaciones en Bangkok. Realmente las casas están construidas por debajo del río Chao Phraya, así que con una crecida de medio metro escaso, las casas se inundan y suceden tantas catástrofes.
Ha sido buena idea hacer esta excursión al anochecer, ya que las pocas casas que tienen luz, dejan ver el interior de las viviendas y vemos la forma de vida que tienen los locales: gente durmiendo en el suelo de las casas, comiendo en muelles donde desembocan las cloacas, etc, etc. La limpieza brilla por su ausencia, solo pensar que cogen ese agua para cocinar los fideos que nos hemos comido al mediodía....en fin! De momento nuestro estómago aguanta.
Luego está la parte positiva de la excursión, con menos también se vive. Interesante...
Acabada la excursión, ya es de noche. Ideal para visitar un mercado nocturno.
Cogemos el sky train (tren elevado), y bajamos en Sala Daeng, donde se encuentra el mercado de Pat Pong.
Nada recomendable para venir con niños, ya que los transexuales y las prostitutas inundan las aceras invitando a entrar en los locales. Les importa tres pares de c..... que el hombre vaya acompañado de su mujer, se lo proponen muy sutilmente. Eso sí, son muy respetuosos con los turistas y nada insistentes.
Más acostumbrados al regateo, nos hacemos por un buen precio con un Tag Heuer y más camisetas. Decidimos dejar el resto de posibles compras para el final del viaje.
Cogemos un tuk tuk,, previa negociación de "no stop" en ningún sitio, "no shop". Así que si ayer era Fernado Alonso el que nos llevaba en tuk tuk, hoy era Schumacher...
Por fin!! Nuestra maleta ha llegado sana y salva. Ha sido soportable eso de perder la maleta un día.
Nos pegamos una duchita para quitarnos la polución y el sudor de un día intenso y bajamos de nuevo a Kao San Road para cenar algo y pegarnos el lujo de un masaje de pies.
¡Cómo se ha transformado la calle por la noche!Parece otra: ahora los puestos de comida no abundan demasiado porque han dado paso a los puestos de cuba litro, bebidas, vestidos, etc. Por algo es famosa la calle como zona de marcha.
Nos damos un masaje de media hora en los pies que nos cuesta 100 bath (unos 2,40€). Relajaditos y como nuevos nos vamos a descansar, porque mañana con la historia de los Templos que nos faltan por visitar y el tren hacia Chiang Mai, seguro que será un día todavía más intenso si cabe que hoy.
Mañana casi seguro que no tendréis noticias nuestras, no creo que en Segunda Clase haya Wi-Fi ....jiji!!
Besos!!
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