Nos recogen a las 8.30 del Hotel para ir a “Bor Thor Village” y hacer una excursión guiada en kayak. Sólo somos cuatro personas (una pareja londinense) y el guía.
Tras una hora de traslado en coche hasta el lugar, llegamos al muelle, donde nos ofrecen café o té antes de comenzar el recorrido. Desde el muelle ya se comienza a divisar un paisaje impresionante: las grandes montañas de Limestone que emergen de entre las aguas del río y los manglares.
Nos asignan el kayak y comenzamos a remar de buena mañana contra la corriente. El río en la parte en la que estamos es amplio y en el mismo, encontramos una granja de ostras y un criadero de cangrejos.
Paramos el kayak y podemos observar los cangrejos dentro de unos cubos agujereados negros. Son enormes! Intentan cogernos un dedo con las pinzas, pero antes soltamos el cubo y proseguimos la excursión.
Por el camino, Koko (nuestro guía), nos explica la fauna y vegetación de la zona. El lugar está lleno de cocodrilos, monos, serpientes (de las 250 especies que hay en Tailandia, tan sólo de 20 a 30 son venenosas).
Giramos a la izquierda por un canal que se desvía del río principal. Nos vamos adentrando en el manglar. La amplitud se ha acortado y ahora ya no hay corriente, por lo que es más fácil remar y deleitarse con el paisaje.
A medida que avanzamos, el río se va estrechando, y apenas cabe un kayak entre los árboles que salen a la superficie desde el manglar. Nos muestra una especie de cangrejo araña: el nombre lo dice todo, es negro, tiene las patas de una tarántula peluda, y el cuerpo de cangrejo. Podemos ver que casi en cada árbol hay uno o más que trepan por el tronco a medio metro de distancia de nosotros. Intentamos mantenernos al margen y con la pala damos grandes remadas para avanzar más rápido hasta que Koko nos explica que son inofensivos (…¡menos mal!).
El río se hace paso a través de la montaña hueca en su interior con una cueva llena de estalactitas y estalagmitas. Depende de cómo esté el nivel del río, el hueco de paso es más ancho o estrecho. En nuestro caso, tenemos que bajar las cabezas para no dar con el techo.
Nada más entrar en la cueva, vemos la salida a una impresionante y verde laguna que se encuentra dentro de la montaña. De todos los paisajes que hemos visto hasta el momento, éste es sin duda alguno, el más maravilloso en cuanto a naturaleza se refiere.
Grandes y largas palmeras que no parecen tener fin, enormes enredaderas que cuelgan de las mismas, lianas, agua verde, rocas con formas vertiginosas. Un espectáculo visual y auditivo fantástico, ya que sólo se oye nuestro remar y los pájaros y animales de la jungla.
Las fotos que colgamos, en realidad no hacen justicia al lugar.
Seguimos remando hasta las Cuevas “The Big-headed Ghost”, donde bajamos del kayak para visitarlas. Observamos las pinturas de hace más de 3.000 años que hicieron los primeros habitantes del Mar de Andamán.
Tras una breve visita y explicación por parte de Koko, continuamos remando hasta otra laguna. Ésta segunda mucho más grande y bonita. Nos quedamos atónitos ante la madre naturaleza, pero pronto nos corta el disfrute explicándonos sus vivencias en la misma durante el tsunami. En esta laguna se salvaron muchas vidas.
Nos detalla que mientras estaba en el kayak, una corriente enorme lo arrastró a él que ese día no había salido con ningún grupo. Se agarró fuerte a un árbol y el kayak quedó atrapado entre árboles. Su instinto fue llegar al kayak como pudo (no sin hacerse varias rasgaduras por todas partes), y dejar que la corriente le llevase hasta encontrarse con la laguna. Por el camino se encuentra a muchos turistas que están sin el kayak porque les ha sorprendido la corriente.
Los dirige a la laguna porque allí no hay corrientes. Permanecieron varias horas en su interior subiendo y bajando constantemente. En cada kayak había tres personas y en algunos incluso cuatro.
La incertidumbre reinaba en el grupo, ya que nadie sabía qué estaba pasando. Con la corriente los móviles se perdieron. Tras unas horas al mismo nivel, Koko comprueba si es seguro salir de allí.
Pudieron salvar así la vida casi cerca de 50 personas de diferentes nacionalidades. Cuando llegaron a Ao Nang, vieron el desastre, pero en la ciudad sólo hubo tres muertes. Donde sí hizo mella el tsunami es en las islas cercanas (Phi Phi, Bamboo, Hong, Poda, etc).
Escalofriante relato en primera persona que nos deja al grupo un poco chof…
Emprendemos el regreso hasta el embarcadero pasando por una zona de manglar muy espeso por donde apenas cabe el remo.
De vuelta al río principal y con la corriente a favor, de repente vemos monos saltando de árbol en árbol. Nos acercamos a la orilla para verlos mejor, pero Koko nos dice que nos apartemos porque aunque no son peligrosos, les gusta jugar y saltar dentro del kayak.
Así que remamos rápido hacia el centro, no vaya ser que al mono le dé por hacer una monería…
Comemos en el embarcadero y continuamos la ruta ya sin kayak a una laguna azul de agua dulce llamada “Tha Pom”. Allí nos refrescamos dándonos un bañito, y después de relajarnos y divertirnos con una liana a lo estilo Tarzán, regresamos al Hotel.
Salimos a cenar algo y a la vuelta, encontramos en el paseo a una mujer que vende una especie de papel con un aro en su parte inferior. Nos acercamos con curiosidad para preguntarle qué es lo que vende y para qué sirve, y…por fin!! Desvelamos un misterio que desde nuestra llegada a Chiang Mai nos tiene en vilo!
Paseando muchas veces vimos pasar una luz amarilla intensa en el cielo, pero no era ni un avión ni nada similar, tampoco parecían fuegos artificiales, ni Superman…
Se trata de una tradición Tailandesa, consistente en escribir en rotulador el deseo que quieras cumplir sobre un gran globo de papel. En su parte inferior hay una mecha tipo incienso que al prender, calienta el aire de su interior. Poco a poco el globo se va elevando, y la pareja o persona que lo tiene sujeto, lo deja escapar para que se cumpla el deseo.
Compramos uno y la mujer muy amable nos indica cómo se hace todo. Así que escribimos, encendemos la mecha y cuando la mujer nos dice ¡¡¡tres!!! lo soltamos y vemos que poco a poco coge altura hasta desaparecer en el cielo.
Le hemos abierto la veda a la mujer!! Pues detrás de nosotros, comienzan un montón de parejas a comprarle globos y de repente, el cielo se llena de luces amarillas de fuego.
Una bonita tradición que no deja indiferente a quien la prueba. ¿Se cumplirá el deseo? Habrá que esperar algún tiempo para saberlo.
Hola pareja,como cada día seguimos al detalle vuestra aventura y nos encanta que pongáis las fotos,que por cierto,nos gusta mucho la camiseta de ed hardy que llevaba Xisco en el tren de súper lujo en el que viajasteis........madre miaa!!
ResponderEliminarDe verdad que el de Rusia era una delicatesen al lado de este,jajajajajaja.
Los paisajes una pasada y las serpientes........es que xisco no tiene manía a nada, seguid disfrutando a tope.
Un beso mar y fonso.