viernes, 12 de noviembre de 2010

18º día: Bangkok

Suena el teléfono a las 7 am: "Bueno día"; es la llamada despertador que hemos pedido a la Recepcionista la noche anterior. Ella se esfuerza por decir la frase...
A las 8 am nos vienen a buscar para llevarnos al Aeropuerto de Krabi. Aparece una ranchera con asientos laterales, todo descubierto, parece que vamos al campo a faenar, a no ser por las maletas que nos delatan...
Vamos saliendo de Ao Nang y Xisco se da cuenta de que le falta la chaqueta...se la ha dejado en el sillón de Recepción! Como podemos, empezamos a picar al conductor por la ventana de atrás, y entre chillidos y golpes, se medio asusta, pega un bandazo al volante, nos medio caemos, y asoma la cabeza por la ventanilla:What happen madam?? jajaja!! Le decimos que vuelva al Hotel, pero nos mira con cara de: Eeeennn?? Le hacemos señas y... Ahhh! Ya lo entiende! Gira allí mismo donde se ha parado y otra vez al Hotel.
Llegamos por fin al Aeropuerto (muy pequeño, con una sóla puerta de embarque). Volamos con la Thai y el avión hoy va medio vacío (o medio lleno para los más optimistas), aunque el avión era enorme. Tan grande como el que nos llevará de regreso a España...pero ains!! no pensemos en esa frase maldita, que aún nos quedan unos días!!

De vuelta a Bangkok, pero esta vez con algunas lecciones aprendidas. Nuestra primera toma de contacto con los Tailandeses: "please, put the taximeter" (es decir, que ponga el taxímetro). Esta vez, no nos la van a pegar!! Nos sale por unos 440 bath, más barato que la otra vez.

Llegamos a la entrada de coches del "Hotel Lebua at State Tower" un 5* que parece estar bien. Hacen parar al taxi en la barrera automática y salen dos maromos enchaquetados de seguridad. Le piden al conductor que abra el maletero y el capó, lo inspeccionan, nos miran...nos dan paso, se cuadran y nos hacen un saludo al estilo militar. ¿Somos de la comandancia o algo por el estilo?jaja! Nos partimos de risa..a la vez un poco asombrados pensando: ¿dónde nos hemos metido esta vez?

Nos cogen las maletas entre dos botones, nos hacen sentar en butacones de una sala de té y nos ofrecen algo para beber. Mientras, ellos van haciendo el check-in. Cuando hemos acabado todos los trámites, una guest relations del Hotel nos acompaña a la habitación para mostrarla. Parece que está mejor que el Villa Cha Cha Hotel del primer día....jajaja!!



Una vez instalados, marchamos a ver Chinatown, visita que se nos quedó pendiente durante los primeros días.


A simple vista no parece muy diferente de otros Chinatowns de otras ciudades, pero conforme nos adentramos en el barrio...buff! se nos van quitando cada vez más las ganas de comer. Volvemos a los olores en las calles, suciedad, pero al mismo tiempo, los productos raros y alucinantes que vas encontrando a cada paso. Hay lo más raro que te puedas encontrar: farmacias chinas con remedios ancestrales, el gato chino que no para de mover el brazo por todas partes, puestos de comida, frutos secos, mayoristas de zapatos y todo tipo de textil, decoración...y todo ello, en unas calles estrechisimas que se supone son de peatones, pero donde las motos pasan a toda leche pitando para que seas tú el que te apartes!


Un poco conmocionados, vemos una nueva forma de transporte que la vez anterior no vimos: los moto taxi.
Son motoristas, que te llevan en una scoopy a donde les dices, pero no te dan ni casco ni nada, y cualquiera se atreve a montar con un tailandés en moto...

Después de una hora paseando por sus calles, tenemos suficiente de Chinatown por hoy. Demasiado para el primer día en Bangkok.

Seguimos caminando y de repente damos sin querer con el Wat Traimit (qué ni pintado! matamos dos pájaros de un tiro). Éste templo tiene cuatro plantas y se encuentra casi en la puerta de Chinatown. Fue el único que se nos quedó en el tintero hace dos semanas.


Por fuera es precioso, y por dentro se caracteriza porque en la cuarta planta guarda el Buda de Oro más grande del mundo. Pesa cerca de 5 toneladas y data de hace más de 700 años, fue construido en la era de Sukhotai.


Acabamos la visita y nos vamos andando plano en mano hasta el MBK, un centro comercial que nos gustó bastante. Necesitamos hacernos con ropa adecuada al Hotel donde nos encontramos alojados, pues es norma la vestimenta de largo y zapatos cerrados para entrar en los restaurantes de Lujo y en el Sky Bar, un bar situado en la 63ª planta del Hotel desde donde se divisan unas vistas nocturnas preciosas de toda la ciudad.

Sorpresa! Maletas por la mitad de precio de lo que nos ofrecían en Krabi! Y sin regatear..y encima de mejor calidad (marca Samsonite que dan el pego perfectamente).

Teníamos reservada cena en el Bed Supperclub, pero hoy hemos tenido bastante y no podemos con nuestros pies. Así que el Bed Supperclub tendrá que esperar a otra noche...

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