Hacia el aeropuerto nos dirigimos para dejar Chiang Mai (norte de Tailandia) e ir hacia el sur. Tenemos un vuelo que hemos comprado por Internet con la compañía Air Asia hacia Phuket.
Antes de partir, hacemos las comprobaciones diarias de e-mails y...sorpresa!nos han enviado un e.mail de Agoda (la web donde miramos los Hoteles), diciendo que en el caso de que queramos cancelar la reserva por las inundaciones que hay en la zona donde hemos reservado el Hotel, podemos hacerlo sin problemas. Ehhhh?? Inundaciones también en el sur?Pero no era en la zona del centro?
Así que cogemos rápido las maletas y vamos al aeropuerto con la idea fija de comprar el periódico, informarnos, preguntar en venta de billetes para cambiarlos con dirección a Koh Samui (zona este).
Directos a venta de tickets de la Thai, la mujer nos informa de que en Koh Samui el aeropuerto está cerrado por mal tiempo. Por lo visto está peor la situación alli que en Phuket, de la cual nos informa que está bien y que no hay riesgo de nada.
Embarcamos corriendo porque se nos echa el tiempo encima, y dirección a Phuket para llegar a Krabi. Tardamos media hora menos en llegar de lo previsto. Ya aterrizando en el aeropuerto, vemos que el tiempo está bien, lo típico de zona tropical chubascos a media tarde, sol, nubes, humedad, calor...
Nos impacta la entrada en pista, pues casi toca con las ruedas del tren de aterrizaje en la mismisima playa. Está pegado a la arena.
Buscamos un taxi. Por lo visto hay una hora en coche (según hemos leído en un foro de Internet). Contratamos el servicio, aunque nos parece un tanto caro (3000 bath) sin posibilidad de regateo. Será que es una zona demasiado turística y los precios parecen ser mucho más elevados de lo que hemos visto por el momento.
Nuestra sorpresa viene cuando nos espera una limusina con tele incluida. Le damos la dirección del Hotel al chofer y en marcha!
Después de dos horas de camino viendo el paisaje de la isla (montañas escarpadas ideal para la escalada, vegetación de palmerales en abundancia, poblados, mercadillos, tres y hasta cuatro personas montadas en moto, etc), nos adentramos en una Tailandia completamente diferente. Nos extrañamos de que el budismo ya no es la religión más común en esta zona, sino que las mujeres van tapadas por la cabeza con pañuelos y hay muchas mezquitas con minaretes. Desconocíamos que el budismo convive aquí con el Islam.
Tras parar unas cuantas veces para que el chofer pregunte dónde está el Hotel Nantra Deluxe, llegamos a destino. Ay,ay,ay....aqui no se ve ni un alma...empezamos a preguntarnos dónde hemos ido a parar, ya que nos hemos desviado a 20 km de Krabi.
Un recepcionista muy amable nos da la bienvenida (luego resulta ser camarero, dueño, botones, cocinero...jajaja!!! a ver si mañana lo vemos limpiando la habitación).
Nos enseña el Hotel, que es precioso y pequeñito, sólo tiene 35 habitaciones, de las cuales sólo una está ocupada (dos con la nuestra). Pensamos en cambiar la habitación por una Pool Villa, con piscina en el chaletito y vistas al mar, y le pregunto si está ocupada: es entonces cuando Xisco no puede aguantar la risa y me mira diciendo "¿pero cómo va a estar ocupada?". El chico "comodín" nos dice que nos la enseña primero. La vemos. Nos pide 2000 bath por noche extra a lo que ya hemos pagado por la reserva. ¿Ein? Le decimos que se la quede. Y nos responde que mañana nos dará mejor precio, que tiene que hablar con su socio/compañero.
Ya instalados, vemos que el Hotel no está nada mal, ¿qué más queremos? Una piscina enfrente del mar para nosotros solos, personal atento para nosotros, todo para nosotros....hasta los mosquitos!!! Hay a miles, porque se encuentra entre jungla, playa y manglares...menos mal que hemos venido provistos de Goibi Extrem ( y aún así no las tenemos todas con nosotros).
Nos decepciona un poco la playa, pues nos es ni mucho menos de arena blanca ni de agua cristalina. Por lo visto ha llovido muchisimo los días anteriores y está todo revuelto y enfangado.
Nos vamos a cenar al mini Restaurante del Hotel, antes eso sí, echandonos Goibi hasta en la cabeza y las orejas, pasando por las uñas de los pies. Allí nos esperan: el comodín, la cocinera (que tiene un cierto parecido al comodín y es un poco mayor, por lo que suponemos será su madre), el camarero/coctelero, el pinche de cocina (que no para de comer arroz dentro de la cocina a la vista), el servicio técnico (por decir algo).
Total, que escogemos el menú y cada uno se pone a su tarea. El servicio técnico nos pone primero música romántica en un radio destartalado y luego se pone a cortar sandía. La cocinera y madre del comodín, se pone a hacer una sopa. Deducimos que no le hemos caído demasiado bien, pues la sopa picaba horrores. El camarero/coctelero prepara una piña colada y el comodín suponemos hace el resto, pero nos ha sabido mal mirar demasiado porque ya se estaban dando cuenta de que nos estábamos partiendo de risa de ellos.
Ya acabada la cena, vamos a la habitación. Esto se pone interesante, pues las ranas no paran de croar, y se oye muchos animales, pájaros y otras tantas cosas que no queremos ni saber...
Mañana pasaremos el día visitando playas y otros lugares, puesto que la que tenemos a pie de piscina, no nos gusta demasiado y queremos encontrar las que salen en las postales ¿será cosa del photoshop o serán reales? mañana os desvelaremos el misterio.
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