Por fin un día soleado! Tras el desayuno nos vienen a buscar al hotel en una van para acercarnos al muelle y coger la lancha rápida.
Después de 45 minutos navegando llegamos a “Bamboo Island”. Desembarcamos y nos dejan 45 minutos para bañarnos, pasear, tomar el sol, y dar una vuelta por esta isla paradisíaca.
La playa es preciosa: arena blanca, palmeras, agua turquesa y cristalina, etc… pero pronto empiezan a llegar el resto de lanchas y la playa se masifica, por lo que pierde su encanto.
Marchamos en la lancha hacia “Pi Leh Bay”, una bahía entre montañas verdes y rocosas donde no hay playa, tan solo nos llevan para contemplar la belleza del lugar y tomar algunas fotos desde la lancha.
Próxima parada: “Viking Cave”, una cueva que no es posible visitar por dentro. En el pasado servia de refugio a piratas Malayos y Chinos y en la actualidad es un criadero de golondrinas ya que sus huevos son muy preciados para la cocina.
Continuamos navegando hasta Maya Bay, quizás una de las localizaciones más famosas por haberse rodado la película “La playa” de Leonardo Dicaprio.
El entorno es precioso, pero es un hervidero de gente y lanchas, apenas puedes bañarte ni pasear por la playa y no hay espacio para extender la toalla. Así que después de treinta minutos admirando el paisaje, emprendemos la marcha hacia “Lohsamah Bay”, un lugar donde nos llevan para hacer Snorkel y contemplar los coloridos peces y corales que tienen sus aguas.
Pasados 45 minutos nos llevan a “Phi Phi Don” para comer. El restaurante es tipo buffet y la comida está buena, también hace mucho el apetito que tenemos después de la movidita mañana que hemos tenido.
Terminamos pronto de comer y todavía nos quedan algunos minutos para aprovechar y visitar “Monkey Beach”. Ambas playas (Phi Phi Don y Monkey Beach), se encuentran separadas entre si por una pequeña península de arena de apenas doscientos metros en su distancia más corta. En ella se han construido hoteles, restaurantes, souvenirs… ¡ lo que es relax en estas dos playas es imposible de conseguir!.
Con una calor insoportable (es nuestro primer día de sol aquí), regresamos al muelle donde nos espera la embarcación que nos llevará a “Hin Klarng”, un excitante lugar para practicar snorkel en mar abierto. Apenas hay dos metros de profundidad y sus aguas están repletas de vida submarina.
Los peces te picotean la piel pensando que eres carnaza para ellos!!! Ponemos la mano vacía como si tuviéramos comida y te picotean creyéndoselo.
Hoy ha sido un día intenso, así que esta tarde toca descansar, quizás con algún masaje y una buena cena, que es lo único que se puede hacer por aquí.
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